En 2007, George Miller se embarcó en un filme muy ambicioso titulado Justice League: Mortal. La película, que se inspiraba en un arco argumental escrito por Mark Waid para los cómics, nos hubiera presentado del tirón y sin anestesia a los héroes más poderosos de DC Comics (algo que, como veremos, hubiera creado un conflicto en lo relativo a cierto caballero oscuro), interpretados por un reparto de actores jóvenes y casi desconocidos. Algo que, en su momento, causó muchos reparos, y que despertó suspiros de alivio cuando el filme falleció antes de nacer. Una conjunción de desastres, entre los que se hallaron la huelga de guionistas en Hollywood y problemas fiscales en Australia, donde debería haberse rodado la película, lo mandó todo al garete cuando estaba a punto de iniciarse el rodaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario